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Modo de Hacer y Modo de Ser

¡Hola bellezas!

Hoy nos adentraremos un poco más en el mundo del Mindfulness distinguiendo cuándo nos encontramos en el modo de hacer y cuándo estamos en el modo de ser.


¿Por qué no es bueno estar en el modo de "hacer"?

El modo de hacer, es decir, actuar sin estar consciente y atentamente presentes, se convierte en un gran impedimento: nos transporta lejos de nuestro ser y, amargamente, a menudo se transforma en una verdadera vía de escape.

El mindfulness nos ayuda a pasar del hacer al ser, como se escribió arriba, a través de la atención y la consciencia.


Las siete características del hacer:

 

  • Piloto automático

    • Actuamos a través de automatismos sin darnos cuenta

  • Analizar

    • Nuestro cerebro realiza una actividad incesante de planificar, recordar y analizar las cosas, lo que nos absorbe y nos hace vivir en pensamientos, perdiendo así el contacto tanto con nosotros mismos como con la realidad que nos rodea

  • Luchar

    • Es decir, juzgar, ver la realidad y compararla con cómo nos gustaría que fuera. El riesgo es caer en la trampa de un túnel

  • Ver los pensamientos como reales y concretos

    • Esto significa confundir lo que está dentro de nosotros con lo que está fuera

  • Evitar

    • Mantener objetivos en mente, incluso los que hay que evitar: bueno para las cosas materiales, pero no para la psique ya que aumenta el cortisol

  • Estar "en otro lugar"

    • La mente se mueve sin descanso entre el pasado y el futuro sin detenerse nunca en el presente: el estrés aumenta

  • Vivir de actividades que quitan energía

    • Son actividades que nos "vacían" y en las que nos ponemos grandes objetivos que luego postergamos


Las siete características del ser:

Si decidimos vivir de manera consciente y atenta, las características anteriores irán desapareciendo gradualmente para consolidar otras nuevas (en orden):

 

  • Actuar conscientemente

    • Ser plenamente conscientes de nuestro camino, volviéndonos capaces de alinear las acciones con las intenciones

  • Percibir

    • Retomar contacto con los sentidos, nunca dar nada por sentado o ya conocido. Debemos vivir con curiosidad y percibir lo que sucede y cuidarlo

  • Aceptar

    • Vivir sin entrar en el juicio, aceptando las cosas como son y sin resignarse. Vivir esta aceptación con control nos puede permitir elegir y ver claramente los objetivos

  • Los pensamientos como eventos mentales

    • Es muy importante alcanzar la conciencia de que los pensamientos son solo eventos mentales y no la realidad: este es quizás el principio más importante del Mindfulness. Los pensamientos deben verse tal como son y la realidad verdadera es lo visible

  • Encontrar

    • Debemos observar con un enfoque empático lo que queremos evitar. Esto disuelve los estados de ánimo negativos

  • Estar "presentes"

    • Se basa en la lucidez entre el pasado y el futuro, siendo conscientes de que los pensamientos son un proceso fluido y que no es necesario sufrir por dolores pasados o futuros

  • Vivir en actividades que nutren

    • Las actividades nutrientes energéticamente son lo que nos hace avanzar. Es importante hacer un balance entre actividades y recursos y comprender lo que nos nutre y lo que nos consume

 

Cambiar conscientemente de camino

Para salir de la trampa del "hacer" y entrar en la libertad del ser, debemos aprender a reconocer conscientemente cómo estamos viviendo para elegir el camino correcto.

Somos afortunados porque modificando incluso una sola característica, las otras se modifican automáticamente.



Describamos el Mindfulness con adjetivos:

 

  • Ordinario

  • Natural

  • Universal

  • Disponible

  • Práctico

 

¿Por qué práctico?

Porque es el sentido correcto para entender qué es importante en nuestra existencia. Nos hace vivir la vida tal como es (haciéndonos aceptarla) y nos ayuda a evitar poner el juicio y la comparación en primer lugar.


En conclusión, el mindfulness nos invita a pasar de un estado de hacer constante a una forma más equilibrada de ser. Al reconocer estos dos modos y comprender sus características, podemos elegir conscientemente cómo queremos vivir cada momento.


Recuerda que no se trata de perfección, sino de conciencia y progresión suave.


Cada pequeño paso del 'hacer' al 'ser' es una victoria en sí misma, llevándonos hacia una vida más presente y plena.


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